"La inspiración
existe, pero tiene que encontrarte trabajando" (Pablo Picasso)
Te
arranco un beso y te me escapas.
Recompongo
nuestros recuerdos y, una vez más, ordeno nuestro idílico futuro. Pero la torre
de naipes resbala entre mis manos, reducida a polvo de quimera.
Tropiezo
con tus ojos y me pierdo.
Eres como una diosa.
Eterna y poderosa.
Inalcanzable.
Siento
tu risa en algún rincón, en alguna esquina de mi desolado corazón. O de mi
mente, imaginándote acaso, tan dulce y letal. Tan salvajemente bella. Tan, tan…
tanto te quise. Y aún te quiero.
Si siguieras a mi lado, te querría aún
más.
Si renacieras
del pasado, viviría al fin en paz.
Nada peor que ser un cadáver de amor
viviente. Nada mejor que morir de amor.
Nada
peor que vivir sin ti. Nada mejor que haberte conocido.
En
mi delirio, tu aliento me acaricia las heridas del alma. Tu figura se desliza y
me alcanza en mitad de mi oscura noche. Lugar de pasión y derroche.
Y
ahora, al fin, vuelves a mí. Ya no distingo un sueño. Eres realidad. Me llenas
de tu inmensidad y me haces grande. Más grande de lo que mis huesos pueden
soportar. Más de lo que mis besos jamás podrán sanar.
Me
abandono a tu abrazo y me hago tierra, y luego polvo, y luego nada.
Inspira,
respira, vive.
Cuan variada puede ser la interpretación de un mismo poema !.
ResponderEliminarComo un canto de amor lo vislumbré, algo celosa de la persona a la que alagas con ese sentimiento......mas...sorprendida de encontré al descubrir que tu musa es tu inspiración.
Genial Pablo.
Alguien que te quiere
¡Muchas gracias!
EliminarMe alegra despertar esos sentimientos en aquellos que me leen.
Un abrazo.