domingo, 23 de noviembre de 2014

Olvido

Hoy te busco y no te encuentro.
Por más que te llamo,
no queda nadie ahí dentro.

Me miras pero no me ves.
Cada segundo te digo adiós,
por si fuera la última vez.

Tu mirada, perdida,
cabalga entre las sombras
de tu alma dormida.

Mi nombre se te escapa.
En el lago de tus recuerdos
tu mente se estanca.

Y es que lo peor de tu olvido
es, sin duda,
su dolor compartido.

Ya no sabes quién eres,
ni aquello a lo que temes.

Ya no sabes a quién has amado
ni quién se sienta a tu lado.

A quién has perdido
por culpa del olvido...


Ya se marcha tu alma.
El abuelo te espera.
Ve con calma.



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