viernes, 29 de junio de 2018

Jaque mate

Todos listos sobre el tablero.
Que dé comienzo el juego.

Los peones, que se hagan a un lado,
que así los reyes lo han ordenado.

Que se claven los alfiles
sobre la piel de los injustos.
¡A ver si dejan de enjaular
y el karma les da un susto!

Relinchan los caballos,
fieles compañeros de batalla.
Valientes guerreros,
jamás tiran la toalla.

Desde elevadas y esbeltas torres
se divisa mejor al enemigo.
Cuatro ojos ven mejor que dos
y más aún si es contigo.

Lucharemos al amanecer.
No harán falta lanzas.
La artillería besada
inclinará la balanza.
¡Corre tras mi libertad,
a ver si la alcanzas!

El rey con el rey
y la reina con la reina.
Blanco con negro y viceversa.
Enemigo junto a enemigo.

Los que no estén de acuerdo
que jueguen su partida,
que nosotros ya nos vamos.
Ya libramos suficientes batallas.

martes, 8 de mayo de 2018

El espejo junto a mi cama


Me he asomado a tus ojos
y he visto monstruos acechándome
esperando a que quieras morderme.

Te he observado justo antes,
antes de abandonarte al sueño
y darles un respiro.

He tocado tu pecho,
su música de bar de carretera,
su risa trasnochada que me hipnotiza.

He recorrido tu espalda cada noche
intentando contar tus lunares
por si acaso perdiste alguno
pero tan solo encuentro heridas,
océanos desiertos y puñales
y quizá algún verso gatuno.

Te he cazado a traición y las he olido,
te juro que he olido tus cicatrices,
todas tus miserias y momentos felices.

Querido diario: quizá no fue una buena idea colgar el espejo junto a mi cama.

sábado, 7 de abril de 2018

Lo que debes saber sobre mí


Debes saber
que ya no bebo los vientos por ti,
tan solo bebo y olvido cuánto sufrí.

Debes saber también
que se me da mal mentir.

Que, cuando te veo, nos veo
y ojalá tú vieses lo mismo.

Que temo a las alturas 
y tú eres mi abismo.

Que aún te espero.

Debes, mi amor, entender
que hay puertas que nunca abriré,
que siempre habrá algún monstruo
acechándome tras la pared.

Debes también tener en cuenta
las sonrisas que mienten frente a esas puertas,
los guerreros que erraron en mis islas desiertas,
las mentiras que no son ciertas.

Debes saber
que has de andarte con ojo
cuando camines por mis ciudades,
pues tengo cristales rotos
que se clavan como puñales.

Debes saber,
a pesar de mi desastre,
que aún te quiero.

Que abrazarte es tocar el cielo
y no aguanto más en el infierno.

Que los caminos de mis anhelos
pasan la aduana en tu ombligo
y en tus labios pagan peaje.

Que tu piel y mi piel
hablan el mismo lenguaje
¿por qué hacer que callen?