miércoles, 28 de junio de 2017

Orgullosamente


Como bien sabréis, estos días está teniendo lugar la celebración del Orgullo LGBTI.  Concretamente hoy, 28 de junio, es el día Internacional del Orgullo LGBTI y de la Diversidad Sexual. Como también debéis saber, o al menos intuir, esto es importante, y además lo es por muchos motivos (NOTA: esto es una buena noticia).
En primer lugar, Madrid es este año la sede a nivel mundial para dicha celebración. Además, se conmemoran los 40 años que cumple el movimiento en España. Por otro lado, si echamos la vista atrás, se ha producido una innegable apertura de mentes (otra buena noticia que... SPOILER: será matizada más adelante).
Que Madrid sea capital mundial del Orgullo no significa ni mucho menos que seamos un gran ejemplo de tolerancia y respeto, por mucho que se empeñen las estadísticas en situarnos a la cabeza en la materia. Creo que este desajuste con la realidad se debe a que también estamos a la cabeza en darnos golpes en el pecho reivindicando igualdad mientras reímos gracias oxidadas, estamos a la cabeza en crear esa fachada tan característica del político ibérico de salir en la foto para dejar constancia de su presencia pero implicarse lo mínimo para no mancharse las manos (como el que nunca hace nada en un trabajo de grupo).
Hay quien parece creer que hace más de 40 años los maricones, las bolleras, los travelos y los indecisos ni siquiera existían en España, que debieron surgir a raíz de una extraña mutación cromosómica que induce malformaciones y severos trastornos neurológicos, que desde entonces no han cesado en su empeño hasta conseguir que no se los tratase como a enfermos y que actualmente pretenden construir un imperio en el que se castigue a los que no lo estén. ¿Acaso te suena a ciencia ficción? ¿Crees que no es real, que no ocurre hoy, ahora? Vuélvelo a leer si lo necesitas.
Ahí va un dato relevante, a la par que sorprendente, que quizás no conocías: la Organización Mundial de la Salud dejó de considerar la homosexualidad como una enfermedad en el año 1990 (es decir, antes de ayer porque, literalmente, 27 años no son nada).
En cuanto a la apertura de mentes, admito que sí, que hemos avanzado en estos 40 años (¡faltaría más!). Lo que no tengo tan claro es hacia dónde estamos avanzando en estos últimos tiempos. Tengo la terrible sensación de que nos ha invadido una actitud de cangrejo y estamos retrocediendo en lugar de avanzar.
¿No estás de acuerdo conmigo?
Te ofrezco otro dato a tener en cuenta: los delitos de odio contra la orientación sexual no solo no disminuyen en los últimos años, sino que se han incrementado. Vale, es cierto que quizás exista un menor temor a denunciar estos delitos pero eso no los reduce ni los hace menos graves.

Estoy harto de escuchar día a día burradas como las siguientes (entre paréntesis mis respuestas u opiniones al respecto):
-"¿Por qué hay que celebrar un día del Orgullo?" (Básicamente, porque gracias a gente como tú aún hoy existe opresión por condiciones de género, orientación sexual e incluso por el color del pelo o la ropa con la que te vistes. Aunque te resulte difícil de entender, el Orgullo no consiste en exhibir tu carne viajando sobre una carroza de purpurina rosa rodeado de unicornios que vomitan arcoiris).
-"Pero es que yo también estoy orgulloso de ser heterosexual" (¡Enhorabuena! No se trata de celebrar tus preferencias amorosas, sino de reivindicar derechos, visibilidad, respeto y tolerancia hacia un colectivo que no debería serlo, pues jamás se debería excluir a nadie por negarse a ocultar quien es. Se trata de una reivindicación a la cual, por supuesto, estás invitado).
-"A ver, si yo respeto... de hecho, tengo amigos gays" (A estas personas les otorgo mi más sincero reconocimiento por su admirable ejercicio de inclusión social).
-"Puedo llegar a entender eso del mismo sexo pero  lo de la bisexualidad es puro vicio" (?????).
-"El homopatriarcado..." (ERROR 404: NOT FOUND)

Mientras existan estos y otros tantos prejuicios, mientras existan curas que oficien misas homófobas en nombre de un dios que se horrorizaría al conocernos, mientras una sociedad que domina el baile de la máscara falsa siga colocando obstáculos a la libertad, mientras el miedo y la ignorancia sirvan de pretexto para cortar alas, (...). Mientras todo eso siga ocurriendo, será necesario luchar. Luchar por la paz, aunque pueda sonar contradictorio, pues hablo de una lucha silenciosa, positiva, que construya y no excluya, que no vaya en contra de nadie. Creo que el pilar para esa lucha nace en la educación como semilla de la tolerancia y el respeto.
Llamadme iluso si así lo estimáis oportuno pero creo firmemente que los grandes hitos se alcanzan desde las pequeñas cosas. Desde dentro hacia fuera. Desde la base hasta la cima.
Si crees en el Amor, debes sentirte parte de esta pequeña gran revolución. No es cuestión de siglas, pues estas pueden ser apenas el vehículo para la lucha de la que hablo. Es cuestión de algo mucho más valioso: las personas. No olvidemos lo que somos.

Orgullosamente.
Orgullosa mente.
Me declaro orgulloso de mi mente.

Atentamente,

PQR




NOTA: si te has sentido identificado con mis palabras, te recomiendo leer entradas anteriores de mi blog como "Carta a la libertad" (27 de enero de 2017), "Del odio al amor" (25 de marzo de 2016) o "Alma del viento" (20 de febrero de 2016).