miércoles, 30 de noviembre de 2016

Personas

Os diré una gran verdad que muchos aún ignoran: antes que hombre o mujer, por encima de nuestra religión, raza o bandera, más allá de lo absurdamente preestablecido, somos personas. Somos corazón. Corazón que late cuando es libre, que sufre, disfruta y aprende.

Seamos personas medusa: inocentes, sinceras y transparentes.
Seamos también tigre: pasos firmes y convencidos, escritores de su camino. Libres por naturaleza. Dueños de un rugido triunfador.
Seamos personas volcán: ardientes e indomables, capaces de arrasar con todo a su paso. Corazones de fuego con chispas en la mirada.
Seamos océano: siempre dispuestos a regalar caricias aunque seamos capaces de aplastar. Pacíficos pero poseedores de una gran fuerza, escondida bajo un manto cristalino de sinceridad.
Seamos personas espejo: capaces de adentrarse en tu alma con tan solo mirarte. Comprenden a tus demonios en silencio y los abrazan, haciéndote sentir seguro.

Yo creo en las personas que son todos ellos a la vez. Seamos personas volcán que, a pesar de todo, se atreven a vivir en el océano bajo cuerpos de medusa con alma de tigre, reflejando la belleza que les rodea en el espejo de sus ojos.