sábado, 7 de abril de 2018

Lo que debes saber sobre mí


Debes saber
que ya no bebo los vientos por ti,
tan solo bebo y olvido cuánto sufrí.

Debes saber también
que se me da mal mentir.

Que, cuando te veo, nos veo
y ojalá tú vieses lo mismo.

Que temo a las alturas 
y tú eres mi abismo.

Que aún te espero.

Debes, mi amor, entender
que hay puertas que nunca abriré,
que siempre habrá algún monstruo
acechándome tras la pared.

Debes también tener en cuenta
las sonrisas que mienten frente a esas puertas,
los guerreros que erraron en mis islas desiertas,
las mentiras que no son ciertas.

Debes saber
que has de andarte con ojo
cuando camines por mis ciudades,
pues tengo cristales rotos
que se clavan como puñales.

Debes saber,
a pesar de mi desastre,
que aún te quiero.

Que abrazarte es tocar el cielo
y no aguanto más en el infierno.

Que los caminos de mis anhelos
pasan la aduana en tu ombligo
y en tus labios pagan peaje.

Que tu piel y mi piel
hablan el mismo lenguaje
¿por qué hacer que callen?