martes, 1 de enero de 2019

¿Me quiero?


No me quiero.
Mis formas imperfectas
son pecado capital.

Me quiero.
Sobre esa silueta
te gusta descansar.

No me quiero.
La materia sobre mis pies
no me deja pensar.

Me quiero.
Si el señor Eolo enfurece
no me podré volar.

No me quiero.
Señales que hay y que imagino.
Baches, senderos y manchas
merman la inmaculada pureza.

Me quiero.
Las señales indican el camino
por curvas y rutas anchas.
No temo por ser rareza.


Deja de deshojarte, Margarita,
la respuesta correcta
siempre es la misma:
me quiero.