jueves, 20 de diciembre de 2012

Ley de vida


Mi abuela estaba dormida cuando entré en su habitación. Cerré la puerta a mis espaldas y me senté junto a su cama. Esa cama de hospital que hacía presagiar lo peor. 

Tomé una de sus débiles manos y la apreté con fuerza. Quería decirle algo, pero no sabía cómo empezar. Creo que ni siquiera sabía qué decir exactamente, así que opté por pensar.

Pensé en esas tardes de domingo en las que mi abuela preparaba paella y toda la familia reía y hablaba hasta que anochecía. Cómo ella siempre servía dos cucharones más, aunque le dijeras que era suficiente y que podías explotar de tanto comer.

Recordé cómo me decía siempre que era el niño más guapo del mundo. Su nieto preferido. Cómo disfrutaba de sus abrazos empapado de aquella infantil inocencia…

Y entonces, se despertó. Le costó empezar a hablar, y lo hizo muy lentamente. No me reconoció, como ocurría desde hacía ya unas semanas. La impotencia que sentí en aquel momento era indescriptible. Me resultaba extraño saber que no solo no iba a mejorar sino que, además, aquella historia llegaba a su fin. La vida se le iba poco a poco, en cada aliento, en cada movimiento. Sin remedio ni vuelta atrás.

Seguía sin saber qué decirle, así que besé su mejilla y la miré, intentando no olvidar un rostro que presentía que no volvería a contemplar.

Desgraciadamente, no me equivoqué.





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11 comentarios:

  1. Me ha encantado. Muy emocionante...

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  2. Muchas gracias, me alegro de que guste :)

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  3. Sabes lo que siempre nos unirá? Que compartimos esos recuerdos de domingos y reuniones, las pasadas y las que vendrán...
    Eres afortunado por haber sido consciente de tu despedida, aunque sea dura. La vida no siempre no da esa oportunidad. En el caso de la abuela yo tambien la tube... La buela tiene una preciosa recompensa, es imposible recordarla sin amor.
    A ti tambien te quiero... Un beso, Caro.

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    1. ¡Cuánta razón! Ella es todo amor en el recuerdo, siempre tendrá un rinconcito especial...
      Un besazo, prima.

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    2. (ahora que lo leo... disculpa mi "tuve" con "b", ops! cuánto daño ha hecho el "youtube", jajaja, disculpa!!)

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    3. Sii, no te preocupes, lo pasé por alto! jajaja

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  4. Cuanto amor se reflejan en estas palabras hemos tenido suerte de haber podido compartido. Ojalá seamos capaces de transmitirlo y sobre todo de darlo y percibirlo . Tus palabras me han provocado una intensa emocion. Me ha tocado la fibra más sensible y me hace sentir orgullosa de haber sabido enseñarte el valor del respeto, del cariño, de la familia, de la vivencia y disfrute con las pequeñas cosas.... del Amor.
    Realmente soy afortunada por tener la familia que tengo. Gracias Pablo.
    Charo

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  5. Pablo, muchas felicidades!
    Creo que eres muy afortunado de tener tanto amor en tu entorno, pero tambien eres muy afortunado de saberlo compartir.
    Me ha fustado mucho reencontrarte, la última vez que te vi eras un pequeñajo.
    Un beso grande,
    Mercedes

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    1. ¡Muchas gracias, Mercedes!

      Efectivamente, soy muy afortunado...

      Un abrazo fuerte.

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  6. Esta mañana le decía a Rosa que el nombre de tu blog era potente. Después de votar tu relato en el periódico he seguido con curiosidad leyendo tus escritos. No me he equivocado!.
    Ley de Vida. Ley del Amor.
    Yo tb le decía nada más empezaba a servir la comida�� Tita, no me eches más!! pq después caían dos cazos más.
    Gracias a tus abuelos, a tu madre y a tus tías por cuidarme!!
    Gracias, Pablo pq hay personas como tú!!

    Lola

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    1. Muchas gracias, de corazón. Es un placer poder compartir mis relatos y reflexiones como un reflejo de la vida misma.

      Un beso.

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